Una de las cosas que me gusta, es reírme solo cuando camino por la calle. Reírme por algún pensamiento que se me cruza por la cabeza, o por algo que dicen en la radio que escucho por los audífonos o por lo que sea, pero reírme.
Lo placentero es esa sensación de intimidad entre lo que me está sacando una sonrisa y yo, simplemente porque es algo mío y sólo mío. Aquel señor de bermudas, medias blancas y ojotas que cruza la calle sin mirar nunca va a saber de qué me estoy riendo, porque es algo mío... ¿ya lo dije, no?
-Mirá Clotilde, el tonto se ríe solo -le dice un viejo que pasa a mi lado a su mujer.
-Si, ¿no es buenísimo? -le respondo-. Es la forma de evitar llegar a ser un viejo amargado como usted. ¡Señor, Clotilde, que tengan un buen día!
sábado, 21 de febrero de 2009
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3 comentarios:
"...esa sensación de intimidad entre lo que me está sacando una sonrisa y yo..."
aaaaaaahhhh buuuueeeeeeeee... parece que estuvieras hablando de tus toallitas femeninas.
la gente tilda de loco todo lo que no comprende...es bueno expresarse...
A mi me da vergüenza cuando me doy cuenta que lo estoy haciendo, y pongo cara de seria, pero al rato vuelvo a reirme.
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