sábado, 14 de febrero de 2009

Historia de la manzana misteriosa de Parque Chas

Mi intención para esta entrada era mostrarles algo que escribí y que por cuestiones técnicas (no entiendo lo que le pasa al word) no puedo por el momento.
"Le juro profesora, le juro que la tarea se la comió el... canario".
Asi es que hoy les dejo este escrito de Dolina, un favorito de la casa, en lugar de la genialidad que les tenía preparado.

Ah, esta es la entrada o posteo o lo que sea número 100. Yo no creo que eso amerite algo especial, pero al fin y al cabo es un buen número (también lo son el 21 y el 99).

¡Pitos y matracas!


Historia de la manzana misteriosa de Parque Chas

Existe en el barrio de Parque Chas una manzana acotada por las calles Berna, Marsella, La Haya y Ginebra.
No es posible dar la vuelta a esa manzana.
Si alguien lo intenta, aparece en cualquier otro lugar del barrio, por más que haya observado el método riguroso de girar siempre a la izquierda o siempre a la derecha.
Muchos investigadores han intentado la experiencia formando grupos numerosos. Los resultados han sido desalentadores. A veces sucede que el paseante sigue en la misma calle aún después de doblar una esquina.
En 1957, un grupo de exploradores franceses desembocó inexplicablemente en la estación de Villa Urquiza.
Urbanistas catalanes probaron suerte formando dos equipos y partiendo cada uno en dirección opuesta. En cualquier manzana de la ciudad es fatal que los grupos se encuentren en la mitad del recorrido. Pero en este lugar no sucede tal cosa y hasta se han dado casos en que un equipo alcanza al otro por detrás.
Los más pertinaces han realizado excursiones a través de los fondos de las casas, con el resultado de aparecer siempre dejando a sus espaldas calles que no habían cruzado jamás.
En estas experiencias se descubrió que muchos vecinos son incapaces de indicar en qué calle viven. Asimismo existen casas que no dan a ninguna calle. Sus habitantes se alimentan de sus propios cultivos o de lo que generosamente les pasan por sobre las medianeras.
Los taxistas afirman que ningún camino conduce a la esquina de Ávalos y Cádiz y que por lo tanto es imposible llegar a ese lugar.
En realidad, conviene no acercarse nunca a Parque Chas.

10 comentarios:

Polanesa dijo...

Jajaja, es jodido Parque Chas.

Buena suerte y gracias (ordenar cuartos luego de tomarme vacaciones realmente no es lo mío).

Saludos!!

Polanesa dijo...

¿Sabés que me acabo de dar cuenta que mi última entrada también fue la número 100?
Lo quísimo.

N3FILIM dijo...

Joder... ademas de primera le metió dos al hilo.
Queria decirte que en el cento de valencia es igual te metes por una calle haces dos metros y estas en otra. Te perdes muy facil, una vuelta a una pequeña manzana puede ser eterna.

Anónimo dijo...

"pitos y matracas".... qué buena película!

Sugar Sixx dijo...

Si, con Tristán, Rolo Puente y Beatriz Salomon.

Geraldine, dijo...

buenísima...como todas las historias del angel gris...yo subí hace un tiempo en mi blog un cuento acerca de el juego de las escondidas...y sigo buscando al corso triste de la calle caracas....será que amo flores y después del libro, sueño con algun dia irme a vivir por allí...

Anónimo dijo...

Buena onda al promocionar el recital por Tartagal. no puedo ir porque laburo, pero me quedo con las ganas.

Capo Dolina.

Anónimo dijo...

Yo salgo del laburo y voy. espero a esa altura ya haberme perdido el recital de kiosko.

Fogel dijo...

Postear a Dolina es quedar en evidencia, aunque me parece que lo tuyo tira más para el otro negro, el querido Fontanarosa.
Me gusta tu blog. Pasaré más seguido. Un abrazo.

angeloso dijo...
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