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Nadie habrá dejado de observar que con frecuencia el suelo se pliega de manera tal que una parte sube en ángulo recto con el plano del suelo, y luego la parte siguiente se coloca paralela a este plano, para dar paso a una nueva perpendicular, conducta que se repite en espiral o en línea quebrada hasta alturas sumamente variables. Agachándose y poniendo la mano izquierda en una de las partes verticales, y la derecha en la horizontal correspondiente, se está en posesión momentánea de un peldaño o escalón. Cada uno de estos peldaños, formados como se ve por dos elementos, se situó un tanto más arriba y adelante que el anterior, principio que da sentido a la escalera, ya que cualquiera otra combinación producirá formas quizá más bellas o pintorescas, pero incapaces de trasladar de una planta baja a un primer piso.
Las escaleras se suben de frente, pues hacia atrás o de costado resultan particularmente incómodas. La actitud natural consiste en mantenerse de pie, los brazos colgando sin esfuerzo, la cabeza erguida aunque no tanto que los ojos dejen de ver los peldaños inmediatamente superiores al que se pisa, y respirando lenta y regularmente. Para subir una escalera se comienza por levantar esa parte del cuerpo situada a la derecha abajo, envuelta casi siempre en cuero o gamuza, y que salvo excepciones cabe exactamente en el escalón. Puesta en el primer peldaño dicha parte, que para abreviar llamaremos pie, se recoge la parte equivalente de la izquierda (también llamada pie, pero que no ha de confundirse con el pie antes citado), y llevándola a la altura del pie, se le hace seguir hasta colocarla en el segundo peldaño, con lo cual en éste descansará el pie, y en el primero descansará el pie. (Los primeros peldaños son siempre los más difíciles, hasta adquirir la coordinación necesaria. La coincidencia de nombre entre el pie y el pie hace difícil la explicación. Cuídese especialmente de no levantar al mismo tiempo el pie y el pie).
Llegando en esta forma al segundo peldaño, basta repetir alternadamente los movimientos hasta encontrarse con el final de la escalera. Se sale de ella fácilmente, con un ligero golpe de talón que la fija en su sitio, del que no se moverá hasta el momento del descenso.
Qué lindo que es leer a Cortázar. Llena el alma leer a alguien que escribe tan bien.
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8 comentarios:
El de instrucciones para dar cuerda al reloj es increíble.
Preguntá nomás :)
Hace rato que no te escribo.
Mirame Grey's Anatomy, por favor. Estoy casssssi segura de que no te vas a arrepentir. En cuanto a Lost, no sabés lo que te perdés. Yo decía lo mismo que vos hasta que la empecé a ver y no la pude dejar, es una muuuuuy buena serie.
En cuanto al borrón y cuenta nueva pues, ya no creo que se pueda empezar de cero... sólo eliminar la evidencia de lo que es (fue y será). No sé cuándo ni por qué empecé a borrarme así... a veces me da miedo que me absorban otras personas.
Que se sepa que es el único texto que garpó la Edición del Libro de Castellano Santillana 1997. No será casualidad que lo recuerde como lectura fundamental de mi 7mo grado.
Listo, Alma de Budín desayunada y llenita, ahora puedo seguir con mi día ;)
Beso, Sr!
genio, maestro de los maestros julio...
Por un momento me imaginé a un señor elegante levantando los dos pies a la vez, yéndose a la mierda como consecuencia. Me reí mucho.
(?)
Yo que tengo como 6 escaleras acá, de los escalones que quieras y el tamaño que quieras???
muy bueno el blog, me gusto mucho.un abrazo.
ilustraciones y caricaturas
Muy bueno, si señor.
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